Cómo decirte que me has ganado poquito a poco


No me llames tu mujer ni tu amante. Las canciones utilizan esas palabras para referirse a noches de verano, seda, rosas rojas y pasión que caducan con la resaca de la mañana siguiente. Llámame amiga, es más real, más necesario. Llámame a las tantas de la madrugada cualquier día del mes y pídeme ayuda, espera de mí que pierda el culo por tu sonrisa. Llámame tu casa cuando tengas frío o no sepas a dónde ir. Llámame fuerte cuando me trague mis propias lágrimas para frenar las tuyas antes de llegar a la barbilla. Llámame amor, preciosa, cariño y princesa, porque son cosas que se olvidan si no se recuerdan y que siempre hacen cosquillas al corazón. 
Te pido que no me prometas un para siempre. No creo en futuros inciertos, ni en los ciertos tampoco, creo en el aquí y en el ahora. Prométeme que lo vas a intentar día a día, eso de hacernos felices y superar lo que nos venga. Avísame cuando no puedas con todo para recordarte que no estás solo en esto. Dime que serás sincero si llega el momento en que prefieras dejarme sola en casa antes que compartir sofá. Que serás valiente si tienes que romperme el corazón para no hacernos daño. Regálame tu sinceridad, aunque a veces tengas que mentirme para después sorprenderme. Dime que estoy guapa cuando me acabo de despertar y tenga el pelo hecho un desastre. 
Yo, a cambio, prometo hacer lo que pueda. No voy a quererte como en las películas, porque soy de carne y hueso, pero te besaré mientras las vemos. No pretendas que pase las 24 horas del día contigo, pero te daré los buenos días y las buenas noches todos los días que nos queramos, me quedaré cuidándote siempre que tengas fiebre, o simplemente cuando me lo pidas. No te dejaré pagar cenas caras, pero te comeré a besos siempre que te Así que amor, no me llames tu mujer ni tu amante. No me prometas un para siempre. Tu mejor versión será más que suficiente.

Comentarios

Entradas populares