Yo te quiero pa mi, tú me quieres pa ti.

Eh, pequeño, ven, acércate. Déjate llevar, déjate manejar por mí y no tengas miedo, voy a ser lo mejor que te ha pasado. Seremos grandes amantes, enamorados de los vicios de la vida, de las aventuras de las horas en compañía. Viviremos intensamente los ratos que vamos a compartir, nos besaremos con pasión y nos ignoraremos cuando nos enfademos como niños para ver quien se rinde antes al cuerpo del otro. Habrá mil caricias por descubrir y la complicidad se respirará en el aire, si es que podemos respirar. Seremos quienes reten a los rayos de sol que luchan para entrar por las rayas de la persiana, para invadir la habitación y acabar con nuestra noche sin fin. No te preocupes por nada más que no sea por disfrutar el momento, seremos libres, amor. Seremos quienes queramos ser en cada momento, no tendrás que llamarme antes de irte a dormir ni venir a mi lado para cuidarme cuando esté enferma, ni siquiera tendrás la obligación de animarme en los días infelices. Sólo seremos como niños jugando a ser mayores, a coger los sentimientos con la mano y retenerlos para que no se magnifiquen, para que no puedan ser más importantes de lo que nosotros queramos. Eh, cariño, ya me he cansado, si quieres mañana te llamo y repetimos.

Comentarios

Entradas populares