Qué extraña esta forma de doler.

Antes de darme por vencida del todo, dejaré aquí unas gotas de la tormenta que me hace la vida imposible estos días. Me considero culpable de haber perdido todo lo que tenía, logré la felicidad extrema pero se ha ido tan pronto como llegó, dejando sus jodidas secuelas que han dejado las cosas peor que antes. Culpable de haber creído todo lo que me decían por el simple hecho de que me hacían sonreír. Culpable de querer, de haber dado calor, de amar como si no existiera nada mayor. Mis agobios, mis problemas, mis indecisiones y todas las cosas que tenía aparcadas han venido a visitarme y no quieren sólo un café. Mi futuro cuelga de un hilo y está más difuso que nunca. ¿Qué me pasa? Esto demuestra que nunca debería bajar la guardia, que en cualquier momento PAM, puñalada por la espalda y apáñate como puedas. De qué vale llorar o pasarse las horas mirando al techo, aunque me gustaría poder hacerlo si no fuera porque tengo demasiadas cosas que hacer (malditos exámenes). Han sido cinco las personas que me han ayudado estos días, y no les ha sido fácil, porque no es un problema, ha sido el problema que hacia salir a todos los demás del cajón donde estaban dormiditos, la llave maestra. Gracias a él y gracias a ellas por apartar toda su rabia sólo para verme sonreír. Y por supuesto, a las dos personas más importantes de mi vida, mi familia, que me soportan día y noche, ría o llore. Ahora es lo que me toca, lo que me acaba de decir la octava persona, toca salir del bache, toca disfrutar de ser libre y de no tener ataduras, toca beber y bailar con el vaso en la mano, con los tacones y la raya del ojo, toca desfasar.Y aunque ahora mismo eso me suene un poco lejano sé que va a llegar y que depende de mí que sea antes o después. A veces tienes que ser tu propio héroe, el Superman que salva a Lois-Lane. Yo no me rindo, yo soy un titán, intentan hundirme pero no lo consiguen, nunca caigo, sólo me tambaleo, me puede quemar la pena y el dolor pero resurjo de entre mis cenizas con esa jodida sonrisa que tengo siempre en la cara y créeme, no me la quita ni Peter.