Un paso adelante y dos atrás.

Como una niña pequeña, como una novata sin compromiso, me hiciste creer en tus besos como si fuera la primera vez que me robaban el corazón. Estaba ciega, intenté convencer a una realidad a la que no le caigo del todo bien  y que sinceramente, me cae bastante mal. Empezaste diciendo que no querías hacerme daño, que no me ibas a mentir, pero cuando te tocaba dar la cara tampoco dijiste la verdad. Daría lo que fuera por meterme en tu cabeza una vez más y saber qué piensas, qué nos pasó, saber qué hice mal. Te has escondido durante todo este tiempo debajo de mi piel, entre mi pelo, en cada mirada furtiva y te perdiste en la comodidad del que tiene a un pájaro comiendo de su mano, pero se te ha pasado el turno y deberías saber que los trenes pasan una vez. Yo paso página, tiro el dado y a otra cosa mariposa, aunque sigas clavado en lo más hondo y tus manos ahoguen mis sentimientos, no pienso perder ni un segundo más a tu lado malgastando sonrisas que quizás otros sepan aprovechar. Que ahí te quedas, que no me queda nada con tu nombre por lo que luchar, no hay nada que puedas hacer por mí ni yo por ti, nada., y más vale frenar a tiempo que estamparse, o eso me dice el sentido común , que aunque normalmente no le haga mucho caso, por una vez voy a escucharle.

Comentarios

  1. Que linda entrada, la escribiste vos? En serio que me encantó, me siento muy identificada. no se porque los hombres suelen hacer tanto daño .. Yo caí como una tonta, como si fuer ala primera vez que me enamoraba o me enganchaba mucho con un chico. Te entiendo :)

    ResponderEliminar
  2. Sí, todo lo que hay en el blog está escrito por mi. Creo que eso nos ha pasado en parte a todas, y no es una bonita situación.
    Un beso :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares