No confíes en quién te sonríe, confía en quién reserva las sonrisas para cuando de verdad hacen falta. Yo una vez lo hice y perdí la cabeza. Un día me planteé cambiar, dejar de mirar como las cosas pasaban a mi alrededor y empezar a formar parte de ellas. Dejé de escuchar vidas ajenas y salí a buscar mis propias historias. Y las encontré. Vaya si las encontré. Me vi rodeada de un mundo lleno de gente que miente, pero que también ama, y pasé a ser una más. Siente como golpea la vida de fuerte, como te rodeas de problemas, mala suerte, soy fuerte aguantaré como siempre. Ahora me lamento por cada error y me arrepiento de los hechos irrevocables. El rap fue quién me enseñó este estilo de vida, a vivir improvisando. Empino la botella mientras miro las estrellas y pienso, no te fíes nunca ni de ellos ni de ellas.

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