Mírame. Es tu culpa que ahora esté así. Has hecho que toda mi fachada, toda mi perfecta y estructurada coraza se venga abajo en muy poco tiempo. No sé como te atreves a desarmarme con una mirada. ¿Crees que es justo? Ahora no sé que hacer. Voy buscando los trozos de mí que has dejado por ahí tirados, cada parte de mi defensa para intentar reconstruirla...



No quiero ningún gramo que no sea de tu cuerpo

Comentarios

Entradas populares