A veces me gustaría ser una mariquita. No me pondría roja y nadie me diría nada por las pecas. Mi existencia sería tan fugaz que no me daría tiempo de comerme la cabeza. Cada vez que tuviera miedo por algo, echaría a volar lejos de allí. Sería una supervivencia tan simple que me provoca risa, porque la mía, la de verdad, es tan difícil...

Comentarios

Entradas populares