Que me muero por escribirte, amor

¿Te acuerdas de nuestro primer beso? Hacía mucho frío y llevábamos horas sentados en un banco. Los dos estábamos nerviosos esperando a que el otro diera el primer paso. Cuantas cosas dijimos esa noche para romper el hielo... pero al final pasó. Ahora, cada vez que te veo venir hacia mí con esa sonrisita de suficiencia necesito besarte para recordarme a mí misma que te tengo de verdad, que desde aquel día tengo tu nombre grabado dentro de mí y que no quiero que se borre. Y es porque me haces feliz con cada mirada tuya, de esas cargadas de cosas que decir, cada vez que me agarras fuerte y me dices que no quieres perderme nunca, todos nuestros momentos perfectos, las veces que hemos parado el tiempo en un abrazo, los te quiero que me faltan por decir, y los que me faltan por escuchar, cuando oigo tu respiración a escasos centímetros de mi cara... Eres simplemente mi chico favorito, completamente insuperable, a medida para mí y quiero estar siempre, siempre contigo.